Verónica

Sentada en el asiento trasero del auto sentís la velocidad por el viento en tu rostro.

La música llena tus oídos y las risas te calman el ánimo.

Estabas triste y no sabías muy bien por qué,

Pero ahí estaban tus amigos para sacarte de esa situación,

Te pusieron un vestido bonito e intuías que allá te esperaba el rock and roll

Bailaste y bebiste más que de costumbre, y aunque la angustia no se fue te sentís mejor.

Sólo se trata de buenos momentos vividos, nada más.

Porque no sabés qué viene mañana, sólo sos conciente de las risas,

Y la conversación acerca de nada en el auto te recuerda quién sos,

Quién querés ser y a dónde querés ir.

Con tus amigos, sin ese viejo amor, el futuro te espera a la vuelta de la esquina,

El miedo es seguro y lógico, pero la adrenalina hace que valga la pena,

El resultado y la experiencia te acompañan en la meta.

Y sonreís a pesar de la tristeza de un corazón roto,

Tenés las uñas pintadas de rojo y la suela de los zapatos gastada.

Te desvestís y le atinás a la cama, soñás con ovejas ojerosas y muñecas de trapo.

Mañana será un nuevo día y tu único requicito es alejarte de la rutina.

Algo para el dolor de cabeza y una ducha te preparan para salir a la calle,

Llegás al trabajo y las cosas siguen igual, y vos seguís deprimida, pero hay algo nuevo,

Ya tenés esas ganas de salir adelante aunque no tengas idea de cómo,

Tal vez chocar con el destino, o con tu jefe, pueda traerte algo de suerte.

Al menos intentar seguir y caminar, soñar y continuar sean la clave.