Recuperando Nieve ^^

Encontré el archivo que creí que se me había borrado de Tabla Naturaleza... en realidad no se le había cambiado el nombre y por eso no lo encontraba, ni tampoco estaba en la carpeta que debería, pero hoy lo vi y al abrirlo me sorprendí... en fin, voy a publicarlo acá así pueden leer la primera versión de #02-nieve

#02- Nieve

Sakuno estaba muerta de frío, lamentando no tener a Ryoma a su lado para abrazarle. Se había enfermado el día anterior a que él se vaya del país a jugar un partido a beneficio y no pudo acompañarle. Así que estaba sola en su cama, observando por la ventana cómo nevaba.

El sonido del timbre la sobresaltó, y lo hubiera ignorado de no ser porque la persona al otro lado no dejaba de insistir con el llamado.

Se levantó de mala gana y descubrió que era Tomoka, la cual estaba más alterada que de costumbre y entró a la casa sin saludarla, sacudiéndose la nieve del cabello.

-¿Qué sucede?- le preguntó al verla en ese estado.

-Dame un minuto, voy a prepararte un te porque debo hablar algo serio contigo.

-Como quieras- musitó antes de atender su celular, el cual estaba sonando –¿Hola?

-Soy yo- contestó Ryoma al otro lado -¿Cómo estás?

-Bien- mintió para que no preocuparlo -¿Y tú?

-Me estás mintiendo- reprochó molesto –¿Tienes fiebre?

-No lo sé, pero no te preocupes que Tomoka está conmigo, ¿Ya jugaste?

-Sí, terminamos hace un rato, ahora mismo me estoy yendo a la cama, llego mañana por la noche.

-¿Por qué tan tarde?- preguntó haciendo puchero y con tono triste.

-Hay demoras en los vuelos porque el personal está de paro- contestó bostezando.

-Bueno, vete a la cama, mañana nos vemos amor.

-Adiós, cuídate.

Cerró el celular y se sobresaltó al ver a Tomoka enfrente suyo.

-¿Era Ryoma?- preguntó enojada.

-Sí- sonrió nostálgica –dijo que ya jugó el partido y que se iba a dormir. Llego mañana por la noche.

-¿Y por qué tan tarde?- bufó Tomoka.

-Problemas con la aerolínea, ¿qué sucede?

-Tengo que hablar contigo.

-Ok, cuanto misterio, vamos a la cama que quiero acostarme, no me encuentro bien.

-Mira- dijo sin rodeos su amiga –mostrándole una revista.

Sakuno observó la imagen sin creérselo. Se veía a Ryoma de espaldas besando a una mujer. Sintió que temblaba pero no podía reaccionar.

-No puede ser él- murmuró con la voz quebrada.

-Lee el artículo Saku, ahí dice que es una modelo y que está con ella en estos días que no está contigo.

-No puede ser- negó observando la fotografía nuevamente y dejando fluir las lágrimas –Ryoma no me haría esto –sollozó cada vez más fuerte, resistiéndose al abrazo de su amiga –tú no entiendes, Ryoma ya es parte de mí, no me puede hacer esto, no, no…

-Tranquila, tienes que hablar con él para ver qué te dice- le dijo por fin abrazándola.

-¿Cómo voy a hablar con él? No podré mirarle ni creer nada de lo que me diga, ¿cómo podré retomar la confianza? No se puede, no se puede…

Tomoka lamentó haberle mostrado la revista a su amiga porque se sentía responsable del dolor que padecía en ese momento. Pero tampoco podía ignorar que ese hecho existía y no podía guardárselo.

Se quedó con ella toda la noche, intentó distraerla y cambiarle el tema, pero Sakuno estaba ida, triste y agonizante por dentro. Sus ojos no tenían brillo alguno y su voz estaba distorsionada por el llanto y la fiebre.

Por la tarde Tomoka se fue, con la promesa de volver por la noche, luego de que haya hablado con Ryoma.


Ryoma entró en la casa y se sorprendió de que Sakuno no haya ido corriendo a recibirlo, pero suponiendo que estaba en la cama, sonrió y se dirigió allí, viendo que la luz de la habitación estaba encendida.

-No sabes la noticia que tengo…- se interrumpió al verla llorando ahogadamente -¿Qué sucede?- preguntó alarmado y acercándose a ella, pero se detuvo al sentir que le arrojaba una revista en la cara.

-¿Pero qué…?- al ver la imagen sonrió tiernamente –es justo esto lo que quería contarte, ¿sabes…?

-¡Eres un idiota! ¡Y tienes el descaro de sonreír!- chilló aumentando las lágrimas y tapándose el rostro con las manos.

-¿Estás llorando por mi hermano?- preguntó confundido e impactado porque Sakuno nunca le había llamado idiota.

-¿Quién está hablando de Ryoga?- dijo furiosa –¿eres tan descarado para engañarme y cambiar de tema? ¿qué fue lo que hice mal, en qué te fallé para que estés con otra?- terminó en voz baja y quebrada.

-Explícame porque definitivamente no entiendo- se quejó molesto.

Pero sólo obtuvo el ruido de las lágrimas por parte de ella.

-Dime Saku, ¿cómo llegas a la conclusión de que estoy “engañándote” porque has visto una foto de mi hermano?

-¿De qué hablas?- preguntó bajando las manos del rostro.

-Esta foto es de mi hermano y su prometida, es justo lo que iba a contarte ni bien entré en la habitación- explicó con paciencia.

-Pero en el artículo dice que eres tú- dijo buscando la forma de no creerle, aunque ya le había convencido.

-Podemos llamar a Ryoga para confirmarlo, ¿y de dónde sacaste la revista?- preguntó sacando su celular y abrazando a Sakuno.

-Me la trajo Tomoka ayer por la noche- respondió abrazándolo y escondiendo el rostro en su pecho.

-Esa mujer ruidosa…- se quejó –me enteré allá del artículo, pero no me preocupé porque aclararon en el siguiente número que no era yo, sino mi hermano, ¿te importa que la estrangule cuando la vea?

Sakuno sonrió un poco y le abrazó más fuerte.

-Te extrañé mucho… la próxima vez no me importa si estoy agonizando, iré contigo a cualquier lado para evitar malentendidos.

Ryoma la besó, tranquilo por verla sonreír.

-¿Y estuviste así de mal desde ayer a la noche? ¿Por qué no me llamaste?

-No quería hablarlo por teléfono- contestó sinceramente –Bueno, ya no importa, cuéntame cómo fue el partido.

-Ah, no, de eso hablaremos mañana, ahora mismo tengo que consolar a alguien- musitó mientras se colocaba encima de ella con una sonrisa traviesa.

-Ryoma…- dijo simplemente mientras le quitaba la remera.

Y apenas se besaron escucharon el timbre.

-Debe ser Tomoka- dijo Sakuno separando sus labios –me dijo que vendría.

-Con que eso- se quejó tratando de zafarse de Sakuno -déjame ir a matarla y luego vuelvo.

-¡Ryoma!- dijo riéndose –no vayas, quédate.

-De acuerdo, que se muera congelada afuera…

Y Sakuno definitivamente no pensaba abrir la puerta, por más insistente que fuera Tomoka con el timbre.

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Me gusta la parte del final, donde ambos deciden dejar a Tomoka muerta de frío, supongo que varios queríamos castigarla por meter la pata ^^

Espero que les haya gustado :)
Saludos y suerte!!